GRISES ORIENTALES DE HUMACAO
BÉISBOL AA DE 1951: CAMPEONES DE PUERTO RICO
POR JAIME CORDOVA
Los Grises de Humacao y los Mulos del Valenciano
terminaron empatados en la primera posición de la sección norte y se señaló un
juego para decidir, que se celebraría en el terreno neutral del parque Vendig
de Manatí. En medio de las lloviznas y nubarrones que hubo ese sábado, 29 de
septiembre de 1951, los seguidores de Juncos y Humacao se movilizaron temprano
para ocupar los mejores lugares. Casi una hora antes del juego, el Vendig
estaba lleno y se consideró prudente cerrar la taquilla.
En la pequeña gradería de la liga manatiense coincidían
las dos fanaticadas más combativas de Puerto Rico, los dos jueyes del popular
aforismo que convirtieron al antiguo estadio en un barril de pólvora. Peloteros
y árbitros sentían las cargas eléctricas que bajaban desde las tribunas, las
vibraciones que se originan con el miedo de perder y el deseo de ganar.
Las condiciones del tiempo favorecían a Humacao. Su
lanzador, Jorge Tanco, tenía posiblemente la bola más rápida del torneo y en
una tarde de poca visibilidad no iba a ser fácil batearle aunque Juncos contaba
con Rafael Alomar, Antonio Alomar, Monchito Maldonado, Ticolo Soltero y Pekén
Andino.
Tanco se presentó con más velocidad que nunca y lanzó las
nueve entradas para ganar 7 a 2. Estaba, como diría “Whitey” Ford, “nervous
fast”. Solamente enfrentó una situación difícil, en la sexta, pero una doble
jugada de William “Papi” Figueroa a Nano Miró a Yuyo Cora frenó a los Mulos y
Humacao pasaba a la serie final contra Coamo.
Estos eran los dos mejores equipos del torneo AA que
entonces constaba de ocho franquicias. La fortaleza de Coamo estaba en su
potencial ofensivo con una alineación que incluía a Félix Mantilla, Wito Conde,
“Ronquito” García, Ismael Guasp, Cándido Jiménez y Miguel “Marota” Pérez. El
cuerpo de lanzadores lo encabezaba Héctor “Rito” Maldonado, creo que el mejor
lanzador en este torneo, y contaba además con Tomás Melecio y Sócrates
Alvarado.
Los Grises tenían una defensiva más estable con una línea
central de Melquíades Silva, William “Papi” Figueroa, que según Hiram Cuevas
aquí no ha habido un jardinero corto que se le acerque defensivamente, Nano
Miró y Carlos “Memelo” López. Humacao parecía tener mayor profundidad en su
cuadro de lanzadores con Jorge Tanco, Eugenio Encarnación, Ángel Ortiz, Jaime
Córdova y José Rosario.
Todos los juegos de la serie final se celebraron en el
parque Sixto Escobar. El primero lo ganó Humacao con anotación de 3 a 0. El
dirigente, Luis Cora, seleccionó para iniciar al recién llegado de Corea, José
Rosario, lo cual constituyó una sorpresa puesto que Encarnación y Ortiz estaban
disponibles. Rosario justificó la designación lanzando el mejor juego de toda
la serie, exhibiendo gran velocidad y control. Perdió por Coamo Sócrates
Alvarado.
La reacción de Coamo fue inmediata. El domingo 7 de
octubre ganaron un doble partido con anotaciones de 11 a 3 y 4 a 3 para irse al frente en la serie y con
la ventaja de que el próximo encuentro estaba fijado para el jueves 11, lo cual
permitía descansar sus limitados iniciadores. El cuarto partido fue una lucha a
doce entradas y también fue una victoria para Coamo que así colocaba la serie 3
juegos a 1 y tal parecía que el final estaba cerca.
Pero hay equipos que no se rinden y el Humacao de 1951
era uno de ellos. En el quinto partido Humacao derrotó a Coamo 7 a 1 con un
importante doble de Juan Antonio Bibiloni que pegó en la marca de los 379 en el
derecho central. Hasta este turno al bate, Bibiloni, en su última temporada, no
había podido conectar de hit en la serie. Aprovechó que lo retaron con recta al
pecho, fue una mala idea. Ahora la serie se había puesto 3 juegos a 2.
Antes del partido de la tarde, el sexto, Geñito
Encarnación comentó “Voy a blanquear a Coamo para que tengamos que jugar de
nuevo esta noche”. Después de nueve entradas allí estaba el resultado de la
pizarra, Humacao 3, Coamo 0. La serie final se empató y tenía que jugarse un
séptimo encuentro, que también representaba el tercero del día. Un triple
juego. No puedo recordar ningún otro.
Cada partido traía más público que el anterior y el
decisivo fue lleno total en el Escobar. Por Coamo inició un agotado Héctor “Rito”
Maldonado y por Humacao, el zurdo de Manatí, Ángel Ortiz. En la octava entrada
ganaba Coamo por cuatro carreras (6 a 2) y Humacao anotó en tres ocasiones para
poner el marcador 6 a 5. En la segunda parte de la novena entrada, Los Grises
anotaron 2 carreras para ganar el partido y El Campeonato. El batazo decisivo, conectado por Carlos “Memelo”
López todavía se comenta y ya han pasado 59 años. Fue una línea larga y casi de
frente al jardinero central, “Ronquito” García, quien pareció dar un corto paso
al frente y esto pudo haber sido la diferencia. La bola pasó sobre su guante
extendido y Humacao había ganado el campeonato con una increíble triple
victoria en un simple día. En los momentos decisivos, sus veteranos habían
jugado con más aplomo y nunca pensaron que podían perder.
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