Todos los que compartimos con Rey Delgado
pudimos descubrir desde el primer encuentro con el sus grandes virtudes. Fue un hombre esencialmente bueno. Reconocimos
desde siempre a un amigo solidario con las nobles causas de su pueblo y con su
gente. Deportista hasta la médula y defensor con pasión de los colores
distintivo del Pueblo. Fue un gran amigo y solidario con el Pabellón de la Fama
del Deporte Humacaeño. Extrañaré al llegar
al Estadio Néstor Morales y no verlo en el rinconcito donde en muchas ocasiones
acostumbrábamos a sentarnos para compartir las emociones del juego.
Rey tenía una gran capacidad de análisis y
profundo conocimientos del deporte con los cuales nos ilustraba a todos. Era un
buen comunicador y con una buena chispa del sentido del humor. Sentía un gran respeto por sus semejantes y
por los que no estaban de acuerdo con él. Se identificaba con las causas del pueblo y con
el dolor ajeno, aun con la gente que no conocía.
Hombre de seriedad y compromiso de servicio
al prójimo. Y es que Rey fue un regalo
humano que demostraba ese amor al prójimo en cada paso por su pueblo. De un vínculo
de gratos recuerdos que todos apreciamos y atesoramos.
Lamentamos realmente su partida hacia la
eternidad. Pero como dice la expresión muy justamente “Nunca morirá mientras mantengamos
vivos sus recuerdos en nuestros corazones”
Descanse en paz querido amigo Rey.
Prof. Félix Báez Neris
6 de diciembre de 2013
Humacao, Puerto Rico
Humacao, Puerto Rico
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