jueves, 15 de octubre de 2020

A la memoria de Nelson Iván “el Pinto” Román


A la memoria de Nelson Iván “el Pinto” Román

Félix Báez Neris

La Ext. Roig de Humacao es una comunidad poblada de gente humilde,  hospitalaria, generosa y trabajadora. En la calle 2 casa #46 levantó don Vicente Román Cruz y doña Rosa Iris Cádiz su hogar. Procrearon cinco hijos; Nelson Iván, Dualmel, Verónica, Vicente y Walter.  

La Ext. Roig  es la meca del béisbol doble A de Humacao. Tres de sus calles albergaron la cuna de excelentes peloteros y atletas. Un total de  15 peloteros jugaron en la Doble A.  Ese excelso grupo lo integran; Iván y Chemane Carradero, Wison, Monchito González, Wilo y Moncho Velázquez, Rafael y Carlos Velázquez Boirie, Robinson Cruz,  Ismael Ruíz, Monchito Calderín, Miguel García “Papuso”, Miguel Laboy, Duamel  y Nelson Román. En la disciplina levantamiento de pesas se destacaron los hermanos Jorge y Porfirio De León. Un grupo de estos excelentes peloteros y atletas representaron a Puerto Rico en juegos centroamericanos, panamericanos y hasta en las olimpiadas.  Dudo mucho que exista otro pedacito de tierra por pie cuadrado que haya producido esa excelsa cantidad de peloteros.

El Pinto se crió en el privilegiado territorio de Ext. Roig. De niño improvisó un parquecito cercano a la quebrada para jugar charpa y béisbol con una bola de esparadrapo. Aquí compartía a sus anchas con los amiguitos de la infancia. Nunca olvidó esos lazos de amistad con su gente y su barrio.

Humacao tuvo valiosos equipos en la Clase A. El equipo Malta Corona en varias de sus ediciones fue tal vez el más famoso. Contó con muchos peloteros muy talentosos. Recordamos los nombres de algunos de ellos;   Gilberto Puig, Vitín López, y Miguel Luzunaris (Apoderados), Sr. José Juan Maduro, Gilberto Millán “el Barbero”, Carlitos Vázquez y Peyo J. Dávila Poupart, Antonio Villanueva (dirigentes), José Manuel “Chemanne” Carradero, Gilberto Puig (hijo), Chambi Figueroa, Gorden Coco Rosario, Toto Silva (Q.E.P.D.),  Nelson Iván “El Pinto” Román (Q.E.P.D.), Rey Suárez, Félix Fontánez (Q.E.P.D), Eduardo “Yarda” Meléndez, Miguel Ángel Laboy, Mayín Ruiz, Miguel “Papuso” García,  Miguel “Mofle” Gerena (Q.E.P.D.),  Juan de Dios (Q.E.P.D.), Juan José Mojica, “Canenita” Zenón, Millo Dávila, Raúl Peña, Pipa Sierra, Pedro J. Dávila Poupart, Miranda (anotador) y Ángel “Expedito” Vega (mascota).

El Equipo Malta Corona de 1965 fue el más destacado. El Sr. Gilberto Puig padre, fungió de apoderado y el dirigente fue Gilberto Millán “el Barbero”.  Llegaron a disputar el Campeonato de Puerto Rico frente al Equipo de Salinas. El juego se celebró en Caguas y se enfrentaron al equipo de Salinas. Duamel cuenta que al inicio del partido lo estaba ganando Humacao 7-2. Ya en las postrimerías del juego el equipo de Salinas aprovechó una serie de errores para ir descontando poco a poco la ventaja. En el cierre de la novena entrada Humacao dominaba 7-5.  El Pinto Román en la lomita se enfrentó al temible bateador Francisco Arenas.  El Pinto miró a los corredores de primera y segunda. Lanzó una curva y Arenas la bateo con fuerza, desapareciendo la bola del parque. Dejó el Equipo de Humacao en el terreno de juego. Julio el mascota de Humacao grito que bastagazo.  Tuvieron que conformarse con el trofeo de subcampeones. Millán quedó tan afectado que hasta confundió el conocido refrán cuando dijo “La bola es cuadrada y viene caja redonda”

Nelson estudió en las escuelas de Humacao. Participó junto a otros  amigos como Miguel Poupart, del selecto grupo Proyecto de la Escuela Superior Ana Roqué.  Cursó una carrera técnica en contabilidad en Colegio Regional de Humacao. Participó en béisbol de las competencias Extramural celebrada en el CRH. Fue protagonista durante esta época de aguerridos duelos frente al estelar Milton Crespo. El amigo Enrique “Quique” Torres jugó en estas competencias. Recuerda que los lanzadores eran de una calidad tal que apenas dejaban ver la bola.

Nelson Román trabajó durante un tiempo en el Banco Roig. Fue reclutado por el ejército de los Estados Unidos. Lo asignaron al país de Alemania. De seguro debió haber integrado algún equipo en las fuerzas armadas.

El legendario Melquiades Silva apoderado del Equipo Doble A de Humacao firmó a los hermanos Duamel (tercera base) y al Pinto Román a finales de la década del sesenta. El dirigente lo fue nada más y nada menos que la leyenda del béisbol puertorriqueño Víctor Pellot. El Pinto junto a Blas Cruz y Milton Crespo se convirtieron en los lanzadores estelares del Equipo.

El Pinto Román caminaba a pie junto a Duamel  desde  Ext. Roig hasta el parque Jacinto Hernández.  Siempre estaba presto para recibir la bola de manos del dirigente para iniciar el juego en la mañana o se preparaba para regalar emociones a los fanáticos que presenciaban el partido en la tarde.

El estelar lanzador Román era atlético, lucia impecable el uniforme de “Los Grises”.  Se paraba en la lomita con valentía, inteligencia, agilidad y era fajón. Contaba con un buen repertorio.  Tiraba una buena recta y su constante curva siempre acariciaba la esquinita de afuera del plato. Se distinguió como nadie por su asombrosa habilidad para sorprender a los corredores en las bases. Cuando enfrentaba a un peligroso bateador en ocasiones prefería darle base por bola. Una vez en la almohadilla de primera, le echaba una temerosa mirada diciéndole “Róbate la base si puedes”. No descansaba hasta poder sacarlos de out con sus relampagueantes  lanzamientos. Los corredores tenían que pegarse a la base sin pestañar.  Papuso recuerda que el Pinto se viraba para segunda cambiando el ángulo de un brinco con la pierna izquierda y allá iba el tiro certero para sacar al corredor. Hasta sus compañeros  en muchas ocasiones quedaban sorprendidos junto a los corredores con los lanzamientos fugaces del Pinto. Muchas veces la bola pasó zumbando por las orejas de Duamel. Posiblemente su promedio de corredores liquidados en las bases debió ser de un 60 por ciento.

Algunos de los peloteros humacaeños que compartieron con el Pinto Román en el  Equipo Doble A de Humacao fueron; José Manuel “Chemane” Carradero, Miguel Laboy, Millo Dávila, Raúl Peña, Duamel Román, Gilberto  Puig, Ángel “Lalin” Rodríguez, Ángel “Pipa” Sierra, Rubén “El Conejo” López, Néstor Morales, Blas Cruz, Víctor “Regalito” Hernández y Miguel “Papuso” García.

El Pinto Román participó con el Equipo de Humacao que disputó el campeonato de Puerto Rico durante el Carnaval de Campeones de 1969 celebrado en Aguadilla. Los errores y una dolorosa equivocación del árbitro le costaron el triunfo a Humacao.

Nelson Tuvo una corta pero fructífera carrera en la Doble A. Llegó a jugar en la Coliceba, primero con el Equipo Taínos de Las Piedras y luego con Orocovis. Durante toda su carrera tuvo un record respetable en juegos ganados y perdidos.

De su primer matrimonio tuvo dos hijos Eileen Román y Nelson Román Jr. Fue un padre amoroso, dedicado y responsable.

El estelar lanzador dejó el Equipo de Los Grises y se radicó en el  Bronx en la ciudad de Nueva York. Ocupó un puesto administrativo en el hipódromo de  New Jersey.

Se casó con Gloria Román y cuidó de sus hijos Cindy, Eddy y Manny. Vivió entre las 156 “St. Anns Ave y Brook Ave” en el Bronk, Nueva York.  Se robó el corazón de esta comunidad. Todos los días sacaba un ratito para compartir en la esquina con las amistades del bloque.  Se destacó en el softball de las Ligas Hispanas. Jugó con las Ligas de taxistas, Hispanos Unidos, Equipo Goya y con el Equipo de Yaucanos Unidos donde lució el núm. 14 en su uniforme. Le decían “el bárbaro de la bola dura” por su fogosidad y habilidades deportivas.

El Pinto Román se llenaba de una alegría especial cuando recibía en su comunidad del Bronx  las amistades de Puerto Rico. Fueron muchas las ocasiones en que Peyito Poupart llevó al querido amigo Miguel A. Poupart al encuentro con el Pinto. Las emociones y gratos recuerdos sellaban esa amistad imperecedera.   

Organizó torneos y encuentros de confraternización con Puerto Rico.  Estableció desde 1986 una tradición de visitar a la Isla todos los años para la celebración de Acción de Gracias. Llegaba primero a su adorada Ext. Roig. Luego se unía al Equipo de los Yaucanos Ausentes para jugar softball. Cautivó tanto a los yaucanos que terminaron entregándole la llave de Ciudad. El Equipo de los Yaucanos Ausentes en una muestra de cariño, admiración y respeto retiró el número 14 de su uniforme. El Pinto estuvo ligado a este Equipo más de cuarenta años. Se convirtió en una leyenda en esta comunidad.

El Pinto Román era recto en su proceder, de apego a las amistades, chistoso, refranero, solidario y comprometido. Gustaba de celebrar de ocasiones especiales con sus amistades. Su personalidad acaparaba la atención.  

Batalló con arrojo, tesón y valentía contra el cáncer por más de 15 años. Lanzó las nueve entradas completas y a los 73 años lo relevaron del partido de la vida. Ahora lanzará desde la lomita celestial.