Por
la ruta del libro de Sparta a Londres...
De Sparta a Londres… historias de éxito y
superación, traza la ruta histórica del desarrollo de la disciplina de la lucha olímpica
puertorriqueña. Un tapíz sobre un colchón lleno de vivencias, esfuerzos,
sacrificios y amor patrio. Lo que encontramos
son ejemplos dignos de admiración, entrega y superación que honran a la patria.
Agradecemos al periodista Marvin Fonseca y al
exluchador José "Beta" Betancourt autores de esta obra que se
convierte de entrada en una gran aportación a la historiografía deportiva del país.
Llega, por cierto en una coyuntura
oportuna cuando la disciplina de la lucha olímpica obtiene el reconocimiento
público del país a raíz de la gesta olímpica de Espinal. La historia está
exquisitamente recogida en las 144
páginas y 145 fotos excelentemente documentada.
El acto heroico de Jaime Espinal, de
alzarse con la medalla de plata en las Olimpiadas de Londres es la ventana para
dar a conocer al mundo la historia de la lucha olímpica puertorriqueña. Como
bien apunta Richard Carrión en el prólogo “La actuación de Espinal representa
mucho más que un hecho histórico. Su actuación sirvió de inspiración para
muchos de nuestros niños y expuso las enseñanzas universales de un club de
lucha en la Escuela Gabriela Mistral, el Club Sparta.” El Club es comandado por Pedro Rojas, un
obrero del deporte que con su sapiencia, disciplina, entrega y amor logró ser
un agente de cambio transformador en las vidas de los atletas.
Destaca los primeros luchadores en olimpiadas en los juegos de Montreal. Luego nos lleva por los distintos ciclos olímpicos resaltando la participación de nuestros luchadores y luchadoras. De igual manera se destaca la participación juvenil y el surgimiento de los diferentes Clubes a nivel de la isla. Destacamos que en el 1977 se incorpora el Club de Lucha de Humacao a la Federación de Lucha. Y resaltamos la participación de los humacaeños Rolando Cruz y Beta Betancourt en Campeonato Panamericano Infantil.
La primera medalla de plata en la
disciplina de lucha olímpica en unos Juegos Centroamericanos y del Caribe la
obtuvo José Sierra en Cali Colombia en el año 1978. En los Juegos Panamericanos celebrados en
Puerto Rico en el 1979 Henry Loret
Demola obtuvo medalla de bronce estilo grecorromano.
De ahí en adelante los autores van
señalando la participación de Puerto Rico en los distintos ciclos olímpicos y
los resultados obtenidos en 58 años de historia competitiva. Hay que destacar la participación de
Betancourt ya que se convirtió en el máximo ganador de medallas en el deporte
de la lucha olímpica de todos los países participantes en Juegos
Centroamericanos y del Caribe (8 medallas, 5 de platas y 3 de bronces) y juegos
Panamericanos (3 medallas, 1 de plata y 2 de bronce). Y por supuesto Jaime
Espinal que merece un capítulo aparte por su heroica hazaña de alzarse con la
medalla de plata olímpica en Londres.
Los invito a entrar al colchón es decir a las páginas del libro
para que no se pierdan la trayectoria de los personajes ancla. Entre los que se
destacan;
Procedente de Cuba, vía México luego pasa a
Estados Unidos y finalmente se establece en Puerto Rico. Abrió las puertas del
Club Sparta para el año 1994 en la escuela Gabriela Mistral. Y Jaime Espinal y
su hermano Stanley fueron los primeros alumnos en llegar al Club. Pedro implantó su proyecto humano
transformador paso a paso. Levantó el
Club centrado en la parte humana de cada uno de sus atletas. Comenzó enseñando la disciplina de la lucha con mucho
amor, tenacidad poniendo el corazón con pasión a cada paso. Armado de sus
amplios conocimientos como excelente profesional encausó su proyecto deportivo
con mucho éxito. Y fue compensado con la
enorme satisfacción de abrazar a su ‘hijo’, Jaime Espinal con su medalla
olímpica.
El libro recoge en forma emotiva la historia
de éxito y superación de Jaime Espinal. A
los nueve años de edad integra el Club Sparta. Fueron múltiples las ocasiones y
situaciones que amenazaron con alejarlo de la lucha. El relato de Pedro Rojas
sobre Jaime es conmovedor. Se aprecia la entrega, la dedicación el
extraordinario esfuerzo por encausarlo pese a los grandes obstáculos que
amenazaban con apartar a Jaime del colchón de lucha. En ocasiones este
extraordinario atleta se encontraba lejos de la familia solo tenía a Pedro que
se convierte para el en algo más que un entrenador, un verdadero padre.
Gracias a esa base formativa que le imparte Rojas, Jaime pudo batallar con los obstáculos que se le presentaron. Y como uno digno ejemplo de superación se agarró del deporte como lanza que lo llevaría a conquistar enormes gestas. Y asi escribió una página gloriosa en la disciplina de la lucha olímpica puertorriqueña con su medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
José
“Beta” Betancourt
Esta exaltado al Pabellón de la Fama del
Deporte Humacaeño. Su historia es emotiva por demás sobre todo porque enfrentó
en su carrera grandes retos y perdidas familiares que lo marcaron por siempre.
El deporte de la lucha olímpica fue su norte escribiendo con tenacidad,
esfuerzo y entrega una gloriosa página en los anales de esta disciplina deportiva
en y fuera de Puerto Rico. Representó a Puerto Rico en cuatro (4) olimpiadas
(1984, 1988, 1992, 1996), dos (2) Campeonatos Mundiales (1981 y 1985) logrando
un segundo lugar en el 1981, cinco (5) Juegos Panamericanos (1983, 1987, 1991,
1995, 2003) logrando una medalla de plata y una de bronce, siete (7)
Campeonatos Panamericanos de Lucha (1977, 1981, 1990, 1992, 1993, 1994, 1996)
obteniendo una medalla de oro, 5 platas y una bronce, cinco (5) Juegos
Centroamericanos (1982, 1986, 1990, 1993, 2002), obteniendo cinco medallas de
plata y tres bronce. Betancourt fue escogido como atleta del año por el Comité
Olímpico de Puerto Rico en siete ocasiones (1981, 1982, 1983, 1987, 1990, 1993
y 1996).
Por supuesto que no deberán perderse las
interesantes historias de Mabel Fonseca, Franklin Gómez, Manuel García y Sara
Rosario que conforman las riquezas vivenciales de grandes figuras del deporte.
En fin, el libro resulta una valiosa
aportación a la disciplina de la lucha olímpica
ya que origina, documenta y resalta su trayectoria histórica y actual.
Permite dar a conocer de cerca el entorno, el concepto, la disciplina, fundamentos, los retos
y desafíos que la enmarcan. Los autores Marvin y Beta en un acto de justicia
deportiva abren un espacio para una reflexión de amplitud crítica, respeto,
valoración y admiración hacia una
disciplina deportiva que no goza de la atención mediática y hasta hace poco estaba un tanto marginada.
Ahora la vistieron con plata olímpica.
Humacao, Puerto Rico