jueves, 19 de junio de 2025

El Asilo Simonet: una institución pionera en el cuido de los ancianos en Humacao.


 El Asilo Simonet: una institución pionera en el cuido de los ancianos en Humacao.

Félix Báez Neris
Profesor jubilado de la UPRH

 

La importancia de los asilos de ancianos radica principalmente en atender las necesidades que tienen las personas de edad avanzada,  de ser tratada con respeto y, tener un lugar que brinde las condiciones adecuadas para tener una buena calidad de vida. El Asilo Francisco Simonet de Humacao, ha cumplido plenamente con esta misión desde su fundación en el 1934.

El señor Francisco (Pancho) Simonet y Morell (1852-1929) fue un exitoso comerciante y filántropo español que se estableció en Humacao. Se casó en la entonces Parroquia Dulce Nombre de Jesús, con la Sra. Clemencia Dávila.  Fue alcalde de Humacao de 1894-1896. En el año 1923 donó el solar donde se levantó el Instituto de Estudios Espiritas Francisco Simonet que ubica en la calle Luis Muñoz Marín #12.  La estructura ha sido remodelada con el pasar del tiempo.
 
El Sr. Francisco Simonet dejó dispuesto en su testamento (1929) que, una de sus propiedades en la calle Ulises Martínez, se destinará a un asilo de ancianos y que 2/3 partes de la renta de la otra propiedad se utilizará para el mantenimiento del Asilo. La dirección estaría a cargo de la Administración Municipal.  Luego del paso de un tiempo el Asilo se movió a una casa al lado del antiguo Cuartel de la Policía.  

Se creo un Comité del Asilo Simonet que organizaba actividades de apoyo a la institución. La Sra. María T. Suárez de Villamil, lo presidió logrando que las personas e Instituciones aportaran obsequios para las personas ancianas residentes.

El Asilo Simonet se mudó a las nuevas instalaciones en la Avenida Muñoz Marín, el 28 de diciembre de 1967. El local que en una ocasión se utilizó como cárcel municipal,  fue remodelado,  y adecuado para albergar a los residentes.

El alcalde de aquella época, Atanasio Martínez diligenció los esfuerzos para la reconstrucción del edificio. Nombró a Mencita Fontañez de Rodríguez como administradora del Asilo, función que cumplió cabalmente y con especial destaque por muchos años.  El Asilo albergó en ese momento a 15 personas. Recibió asesoramiento del Departamento de Salud de San Juan y del médico visitante Dr. Héctor M. González. 

Las administradoras del Asilo han sentado la pauta de un excelente servicio. Destacamos entre otras a Antonia Morales, Enid Almodóvar y Carmen García.   

Recientemente visite el histórico Asilo Simonet. Me recibió la entusiasta y diligente administradora Exerly Olmeda. Me explicó que la Institución es de tipo benéfico, sin fines de lucro, la cual se dedica al cuido de personas de 60 años o más durante las veinticuatro horas del día. Deben  ser personas que sea totalmente indigentes o de escasa solvencia económica, que no tengan una vivienda adecuada, o que padezcan de alguna condición de salud que les impida vivir solos, que no tengan familiares para atenderlos y sean ciudadanos bonafide de la ciudad de Humacao.  La Institución es administrada por el Gobierno Municipal y licenciada por el Departamento de la Familia. 

El Asilo cuenta con un personal (35 personas) preparado, atento y comprometido.  Recorrí las instalaciones y pude apreciar la excelente distribución de los espacios, las oficinas administrativas, la amplia sala de actividades, área de enfermería, mobiliario adecuado, los cómodos sillones, salón comedor, acogedores cuartos, área de lavandería, una temperatura adecuada y limpieza impecable.

El techo de la planta física que data de tanto tiempo demanda mejoras para corregir las filtraciones. Confiamos que la Administración Municipal,  a la brevedad posible, le asigne fondos necesarios para la restauración.

Muchas personas queridas del pueblo recibieron los servicios de esta prestigiosa Institución. Don Justo Machicha, don Yungo Agosto, don Alberto Rodríguez, don Andrian Carradero entre otros.  Actualmente, doña Rosaura Morales (tía de Néstor Morales) y Marcelo Rodríguez (el barbero de Patagonia) entre otros 11 residentes, reciben sus servicios y atenciones.

El Asilo Francisco Simonet una de las Instituciones más antigua de la Ciudad,  continúa cumpliendo con su misión de brindar afecto, cariño, compromiso y respeto a la población más necesitada.

 

viernes, 13 de junio de 2025

Ismael Rivera Guevara el pelotero del pueblo.

 Ismael Rivera Guevara el pelotero del pueblo.

Félix Báez Neris
Profesor Jubilado de la UPRH
El humacaeño Ismael (Torito) Rivera Guevara nació el 16 de julio de 1930. Fueron sus padres Ramón Rivera y Amelia Guevara (QEPD). Proviene de una familia numerosa y amante del deporte. Su padre fue receptor del legendario equipo “Humacao Stars”. Su hermano Manuel Rivera, representó con dignidad y gallardía los colores patrios en el atletismo obteniendo excepcionales marcas y medallas en juegos centroamericanos y panamericanos. Su carrera deportiva merece página aparte.
Ismael (El Torito) Rivera siguió los pasos de su padre dedicándose al béisbol desde bien jovencito. Se graduó de la Escuela Superior Ana Roqué en 1949. Trabajó en la tienda de Joaquín Márquez. Luego ingresó al Ejército de los Estados Unidos en el 1951. Fue enviado al campo de la Guerra de Korea. Fue herido en una pierna durante una batalla en 1952. A su regreso a Puerto Rico continúa estudios en comercio y contabilidad. Fue contratado en el departamento de contabilidad de las empresas Roig Sucesores. Con el paso del tiempo llegó a ocupar el puesto de asistente del Director de Contabilidad. Luego ocupó el puesto de Director de Contabilidad en la Corporación Azucarera (Central Roig en Yabucoa). Se acoge a la jubilación en el 1986. Luego administró un pequeño Colmado y eventualmente compró una propiedad que bautizó como Villaranda para mantenerse ocupado.
La carrera deportiva de Ismael (Torito) Rivera.
Fueron muchos los peloteros los que forjaron una mística beisbolera en el Jacinto Hernández. Destacamos en esta ocasión a Ismael “El Torito” Rivera. Desde que ingresó al Ejército 1951 hasta 1954 no había vuelto a jugar béisbol. Se probó inicialmente jugando Clase A con el Equipo de Pasto Viejo. En el 1954 el Equipo de Humacao necesitaba una tercera base. Varias personas entre ellas su padre Moche Rivera y Luis Cora lo recomendaron a don Pedro Matojo. El Torito se sentía inseguro y temeroso de sufrir una lesión mayor en su ya lesionada pierna. Finalmente recibió el respaldo de sus amigos y firmó el contrato para la temporada de 1955, con Los Grises Orientales en la Doble A.
De inmediato se ganó la admiración de los fanáticos. Verlo jugar era presenciar la elegancia y el arrojo en el terreno de juego. En la defensa era aguerrido “fildeador” de la tercera base, le metía el pecho a la bola y se apropiaba de ella de cualquier manera. Se balanceaba en su pie izquierdo y con su potente brazo tiraba hacia primera una pedrá. Los fanáticos bien emocionados seguían sus jugadas con aplausos y gritaban “Torito” Fua… En su primer turno al bate el pitcher le lanzó una curva para lanzar al novato, pero el Torito apoyándose en su pie izquierdo le pegó con autoridad a la bola llevándola a viajar lejos al fondo del “center field”, y con su peculiar paso llegó cómodo hasta la segunda base. Luego se lució con el bate logrando la hazaña de 10 turnos bateando consecutivamente de hits y estuvo a punto de quebrar la marca que era de 11 hits en esa temporada. El Jacinto fue testigo de todos los hits y dobles que repartió por todo el terreno.
Defendió la tercera base de manera consecutiva para los años de 1955 a 1963. Sus ejecutorias provocaban que los fanáticos fijaran sus ojos en él. Y no los defraudó regalándole emociones en la defensa y en la oportuna ofensiva con el madero como hemos apuntado.
La temporada de 1960 del béisbol doble A donde Humacao disputaba el Campeonato de Puerto Rico, está cargada de una profunda emotividad tanto por los eventos acaecidos dentro como fuera del terreno de juego. Está prohibido olvidar esta Serie del 60 donde el Torito Rivera fue uno de los protagonistas.
Humacao ganaba la serie 3 juegos a 2 contra Vega Alta cuando ocurrió la fatídica inundación provocada por el Huracán Donna. Murieron y desaparecieron más de un centenar de personas, muchas de ellas eran familiares de los peloteros. Bajo esas condiciones la Liga obligó a reanudar de inmediato la Serie. Humacao perdió los partidos restantes y el campeonato de Puerto Rico.
El Torito Rivera fue el Campeón bate del Equipo de Humacao en esa temporada de 1960. Obtuvo un promedio .395 superando a Néstor Morales y Ángel Luis (Kiwi) Ramos que bateó para .385. Recordamos algunos de los integrantes del equipo de ese año entre otros; Los hermanos Rafael y Esteban Ocasio, Néstor Morales, Kiwi Ramos, Efraín Rivera, Julio Salomón Cora, Pablo Colón, Jorgito Salgado, Rafael O Neil, William Vázquez, Rubén (Conejo) López, Pipo López, Félix Merced, José Rivera, Felipe López, Charlie Rivera, Luis Pabellón, José M. Cordero, Andrés Denton, Francisco Ríos, Miguel García, Evaristo Berridos, William García, Milton Rosario, John Martínez. Dirigente Catalino Santos.
Ismael (Torito) Rivera el ciudadano
Si bueno fue como pelotero mejor es como ciudadano y amigo. Resulta obligado reconocer sus mejores cualidades de nobleza, serenidad, compromiso, aplomo y amabilidad. No olvido con el amor que junto a colaboradores como Yuyo Cora (QEPD), Yuyito Cora, Fan Olmeda, Justino Rivera entre otros organizó para el año 1997, el Primer Encuentro de Peloteros de 1960 al 1970. La actividad se celebró por espacio de 8 años en las instalaciones de Villaranda. El Torito disfrutó a plenitud de las hazañas y anécdotas entre sus amigos peloteros. Gustaban de pegarse entre ellos vellones y conversar sobre los achaques propios de la edad. Los fanáticos deportistas humacaeños no se perdían esta actividad para compartir con sus héroes.
En la actualidad el Torito Rivera tiene 92 años, esta gloria del deporte humacaeño disfruta del ambiente familiar de su hogar y de la visita de sus tres hijas (Andrea, Rosa y Lizaida) y de sus 4 nietos y de 1 biznieto. Realiza sus ejercicios mañaneros, visita el pueblo de cuando en vez para encontrarse con sus viejos amigos y compartir los gratos recuerdos de tiempos idos. Su andar se ha tornado un poco lento y la mirada un poco borrosa pero su noble corazón continúa repartiendo bondad a todo aquel que se encuentra en su camino. El aplauso es para el estelar pelotero Ismael (Torito) Rivera Guevara.