jueves, 14 de septiembre de 2017

Jorge Tanco

GRISES ORIENTALES DE HUMACAO BÉISBOL AA DE 1951: CAMPEONES DE PUERTO RICO

POR JAIME CORDOVA

Los Grises de Humacao y los Mulos del Valenciano terminaron empatados en la primera posición de la sección norte y se señaló un juego para decidir, que se celebraría en el terreno neutral del parque Vendig de Manatí. En medio de las lloviznas y nubarrones que hubo ese sábado, 29 de septiembre de 1951, los seguidores de Juncos y Humacao se movilizaron temprano para ocupar los mejores lugares. Casi una hora antes del juego, el Vendig estaba lleno y se consideró prudente cerrar la taquilla.

En la pequeña gradería de la liga manatiense coincidían las dos fanaticadas más combativas de Puerto Rico, los dos jueyes del popular aforismo que convirtieron al antiguo estadio en un barril de pólvora. Peloteros y árbitros sentían las cargas eléctricas que bajaban desde las tribunas, las vibraciones que se originan con el miedo de perder y el deseo de ganar.

Las condiciones del tiempo favorecían a Humacao. Su lanzador, Jorge Tanco, tenía posiblemente la bola más rápida del torneo y en una tarde de poca visibilidad no iba a ser fácil batearle aunque Juncos contaba con Rafael Alomar, Antonio Alomar, Monchito Maldonado, Ticolo Soltero y Pekén Andino.

Tanco se presentó con más velocidad que nunca y lanzó las nueve entradas para ganar 7 a 2. Estaba, como diría “Whitey” Ford, “nervous fast”. Solamente enfrentó una situación difícil, en la sexta, pero una doble jugada de William “Papi” Figueroa a Nano Miró a Yuyo Cora frenó a los Mulos y Humacao pasaba a la serie final contra Coamo.

Estos eran los dos mejores equipos del torneo AA que entonces constaba de ocho franquicias. La fortaleza de Coamo estaba en su potencial ofensivo con una alineación que incluía a Félix Mantilla, Wito Conde, “Ronquito” García, Ismael Guasp, Cándido Jiménez y Miguel “Marota” Pérez. El cuerpo de lanzadores lo encabezaba Héctor “Rito” Maldonado, creo que el mejor lanzador en este torneo, y contaba además con Tomás Melecio y Sócrates Alvarado.
Los Grises tenían una defensiva más estable con una línea central de Melquíades Silva, William “Papi” Figueroa, que según Hiram Cuevas aquí no ha habido un jardinero corto que se le acerque defensivamente, Nano Miró y Carlos “Memelo” López. Humacao parecía tener mayor profundidad en su cuadro de lanzadores con Jorge Tanco, Eugenio Encarnación, Ángel Ortiz, Jaime Córdova y José Rosario.

Todos los juegos de la serie final se celebraron en el parque Sixto Escobar. El primero lo ganó Humacao con anotación de 3 a 0. El dirigente, Luis Cora, seleccionó para iniciar al recién llegado de Corea, José Rosario, lo cual constituyó una sorpresa puesto que Encarnación y Ortiz estaban disponibles. Rosario justificó la designación lanzando el mejor juego de toda la serie, exhibiendo gran velocidad y control. Perdió por Coamo Sócrates Alvarado.

La reacción de Coamo fue inmediata. El domingo 7 de octubre ganaron un doble partido con anotaciones de 11 a 3 y  4 a 3 para irse al frente en la serie y con la ventaja de que el próximo encuentro estaba fijado para el jueves 11, lo cual permitía descansar sus limitados iniciadores. El cuarto partido fue una lucha a doce entradas y también fue una victoria para Coamo que así colocaba la serie 3 juegos a 1 y tal parecía que el final estaba cerca.

Pero hay equipos que no se rinden y el Humacao de 1951 era uno de ellos. En el quinto partido Humacao derrotó a Coamo 7 a 1 con un importante doble de Juan Antonio Bibiloni que pegó en la marca de los 379 en el derecho central. Hasta este turno al bate, Bibiloni, en su última temporada, no había podido conectar de hit en la serie. Aprovechó que lo retaron con recta al pecho, fue una mala idea. Ahora la serie se había puesto 3 juegos a 2.

Antes del partido de la tarde, el sexto, Geñito Encarnación comentó “Voy a blanquear a Coamo para que tengamos que jugar de nuevo esta noche”. Después de nueve entradas allí estaba el resultado de la pizarra, Humacao 3, Coamo 0. La serie final se empató y tenía que jugarse un séptimo encuentro, que también representaba el tercero del día. Un triple juego. No puedo recordar ningún otro.

Cada partido traía más público que el anterior y el decisivo fue lleno total en el Escobar. Por Coamo inició un agotado Héctor “Rito” Maldonado y por Humacao, el zurdo de Manatí, Ángel Ortiz. En la octava entrada ganaba Coamo por cuatro carreras (6 a 2) y Humacao anotó en tres ocasiones para poner el marcador 6 a 5. En la segunda parte de la novena entrada, Los Grises anotaron 2 carreras para ganar el partido y El Campeonato. El batazo decisivo, conectado por Carlos “Memelo” López todavía se comenta y ya han pasado 59 años. Fue una línea larga y casi de frente al jardinero central, “Ronquito” García, quien pareció dar un corto paso al frente y esto pudo haber sido la diferencia. La bola pasó sobre su guante extendido y Humacao había ganado el campeonato con una increíble triple victoria en un simple día. En los momentos decisivos, sus veteranos habían jugado con más aplomo y nunca pensaron que podían perder.


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